Resultado de la mesa preparatoria del 1-2015 COPERFAS

El Ministerio de Defensa se vuelve a negar, por segunda vez, a estudiar una modificación del perfil de carrera de la Escala de Tropa y Marinería en el Primer Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas del 2015

• ATME estima que el actual modelo solo sirve para crear una cantera de parados de larga duración, cuando los militares temporales deban abandonar las Fuerzas Armadas a los 45 años, y para defraudar las expectativas profesionales de aquellos que han logrado la condición de militar de carrera.

• Los militares fallecidos en acto de servició seguirán siendo peor tratados que los pertenecientes al resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

• Solamente una afiliación masiva de la tropa y marinería en las asociaciones profesionales de su escala, permitirán a estas tener capacidad de influencia ante los partidos políticos e instituciones para mejorar su situación

Madrid, 18 marzo de 2015

Por segunda vez en el plazo aproximado de un año, una mesa preparatoria del Pleno del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas ha vuelto a rechazar la propuesta remitida por la Asociación e Tropa y Marinería Española “ATME” sobre la modificación del perfil de carrera de la Escala de Tropa y Marinería.

En la mesa preparatoria del 1º COPERFAS del 2014, celebrada el 19 de marzo de 2.014, fue rechazada por primera vez la propuesta ya que el representante de la Dirección General de Personal estimo que “no se considera el momento oportuno para su debate en el pleno toda vez que está pendiente el dictamen de la comisión de defensa del Congreso sobre la ley de la carrera militar”. Una vez que ATME estimó que se había cumplido esa condición, al recibir el 14 noviembre de 2014 el Consejo de Ministros el informe del ministro de Defensa sobre el proyecto de ley por el que se modifica la Ley de la Carrera Militar, no existiendo en su contenido nada que se refiriera a la mejora de condiciones laborales de su escala, volvió a remitir su propuesta, siendo rechazada nuevamente el 12 de marzo de 2015, esta vez debido a que “La implantación de la propuesta requiere la modificación de la Ley de la Carrera Militar. Sin embargo, se encuentra en sede parlamentaria con las modificaciones conformes al dictamen de la Comisión de Defensa. En este dictamen no venía recogido el asunto propuesto”

Ante este cambio de las “reglas del juego”, ATME solo puede estimar que no hay ninguna intención por parte de los representantes del Ministerio de Defensa de modificar el actual modelo de carrera militar de nuestra escala que a juicio de la Asociación va a llevar a crear una cantera de parados de larga duración, cuando los militares temporales deban abandonar las Fuerzas Armadas a los 45 años, y de paralización en sus expectativas para aquellos que hayan conseguido la condición de militar de carrera. A todo ello se deberá sumar el coste económico del actual modelo para el estado, que supone que para cada puesto de militar temporal que queda vacante, se deberá pagar por un lado un complemento del Reservista de Especial Disponibilidad al soldado que lo tiene que abandonar, fijado en los presupuestos generales del Estado y que se deberá abonar durante por lo menos 22 años a cada uno, más el sueldo del nuevo militar que lo ocupará, al que además se deberá formar, con los costes añadidos.

ATME estima que solamente una afiliación masiva de personal de tropa y marinería a las asociaciones profesionales de su escala, permitirá a estas tener capacidad de influencia ante los partidos políticos e instituciones. Mientras no seamos capaces de mentalizarnos de esto, nuestra escala seguirá relegada a seguir siendo la eterna olvidada en las verdaderas mejoras profesionales y sociales. 

Propuesta denegada: pensionar la cruz con distintivo rojo para el personal militar 

Otra de las propuestas denegadas ha sido la modificación del Real Decreto 1040/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento general de recompensas militares: cruces con distintivo rojo, con objeto de que la concesión de estas condecoraciones, como ocurre con la Guardia Civil y cuerpos policiales, sea pensionada. 

A nuestra asociación le ha sorprendido la falta de sensibilidad del ministerio de defensa sobre este tema, ya que han estimado que otras condecoraciones “más importantes” tienen un porcentaje de pensión menor, además que supondría un incremento económico a las arcas del estado y que las recompensas son ante todo un honor. 

Desde aquí nos hacemos la pregunta si puede existir otra condecoración más importante que aquella que se da, entre otros motivos, a título póstumo por haber fallecido en misión, sirviendo los intereses de nuestra nación. Desde aquí recordar al Cabo Fco Javier Soria, fallecido por disparos israelíes mientras estaba comisionado en el Líbano, que si hubiera sido Guardia Civil, su esposa tendría en este momento una pequeña pensión adicional gracias a la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo que le fue concedido a título póstumo. Una vez más, parecen darnos a entender que nuestros fallecidos son de menor “categoría” y sus familias necesitan menos atenciones que otros caídos en acto de servicio. 

Propuestas aceptadas 

La mesa preparatoria aceptó para su debate dos propuestas de ATME: “medidas urgentes de reincorporación laboral” y “creación de centros deportivos y socio culturales militares (CDSCM) de Tropa y Marinería o unificación de todos ellos para poder ser utilizados por todos los componentes de las FAS”

1 respuesta

  1. juan carlos dice:

    Una vez más, la realidad actual, nos lleva, a poner de relieve la dificultad existente en hacer los cambios propuestos.
    Desde que se suprimió el Servicio Militar Obligatorio, a finales del año 2001 y hasta hoy, ha habido cambios en las Fuerzas Armadas.
    No obstante, la gran mayoría de nosotros somos considerados “SEMIPROFESIONALES”, es decir; que no somos totalmente profesionales como sí lo son los componentes de las escalas de Oficiales y Suboficiales. Desgraciadamente esa es la mentalidad imperante entre nuestros Jefes.
    Necesitamos además cambiar esa característica reinante entre el personal de nuestra escala, la cual nos hace ser pasivos, bien por recelo, desinterés o ignorancia, en aquellos cambios que nos puedan beneficiar.
    Con gran enfado quiero dejar reflejado en este comentario, la corriente que circula por la mayoría de las mentes y que no es otra en la de no ver a las “Asociaciones Militares” un instrumento eficaz en su carrera profesional. Simplemente se mantienen inactivos, con la esperanza de que los cambios se produzcan sin más.

    Quiero apoyar decididamente lo expuesto. Necesitamos una “AFILIACIÓN MASIVA”, que permitan tener la capacidad suficiente de influencia.