El puñetazo del cabo Pastoriza al sargento Taboada por proteger a su novia soldado. Noticias de España

El puñetazo del cabo Pastoriza al sargento Taboada por proteger a su novia soldado. Noticias de España. El Supremo condena a tres meses de prisión a dos militares que se pegaron a golpes en una base militar. Uno acusaba al otro de insultar a su pareja, con la que previamente mantuvo una relación.

 

Lo contaba a quien lo quería oír. El cabo Salvador Pastoriza se jactaba de haber pegado a un superior. “Le hice ¡placa-placa!”, decía emulando el ruido de los golpes que le había propinado. Y no tenía nada que temer. Porque aquella pelea había sido un hecho bochornoso para el sargento José Taboada. ‘Parvoada’, como denominaba con sorna públicamente al suboficial, cuya pareja era la soldadoRaquel Pesqueira, una antigua novia suya. Pastoriza afirmaba que el mando no se iba a atrever a denunciarle debido a la vergüenza de la paliza que le propinó un inferior. Pero no fue así. Taboada, que inicialmente quería dejar pasar el asunto, dio parte del incidente, harto de escuchar comentarios y rumores. La riña ha llegado ala Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, que ha condenado a ambos a tres meses de prisión.

Era 4 de diciembre de 2012 y los efectivos de la base militar General Morillo de Figueirido (Pontevedra) ultimaban los preparativos para la celebración del día de Santa Bárbara, patrona de Artillería. El sargento Taboada se dirigió al segundo escalón de mantenimiento de autos del batallón en el que ambos estaban destinados con la finalidad de hablar con el cabo Pastoriza. La soldado Pesqueira, la pareja de Taboada (actualmente su esposa), le había dicho varias veces que Pastoriza, con el que anteriormente había mantenido una relación, la insultaba, y que la última vez que lo había hecho había sido esa misma mañana. La intención inicial del sargento era pedir al cabo que dejara tranquila a su novia. Pero las cosas se torcieron.

Los que lo vieron llegar al lugar de trabajo del cabo lo vieron tenso y nervioso.Como Pastoriza no había llegado, Taboada decidió esperarlo en la puerta. Cuando por fin apareció, ambos se encararon y empezaron a discutir. A medida que el sargento exigía al cabo que dejara en paz a su compañera el intercambio de palabras fue subiendo de tono hasta que el sargento se quitó las divisas y las tiró al suelo en actitud desafiante. Acto seguido empezaron los agarrones, empujones, forcejeos… El cabo lanzó un puñetazo que dio en el lado izquierdo de la cara del sargento, lo que le provocó una herida en la boca, por la que sangró. Tuvieron que ser dos compañeros los que los separaran tirando de ellos. Taboada no denunció los hechos hasta 24 días después, cansado de las mofas de Pastoriza.

El Tribunal Militar de A Coruña los condenó a ambos, pero el castigo del cabo fue muy superior al del sargento. El primero había insultado a un superior.

El Tribunal Militar de A Coruña los condenó a ambos, pero el castigo del cabo fue muy superior al del sargento. Los magistrados consideraron que el primero había cometido el delito militar de insulto a un superior en la modalidad de maltrato de obra, por lo que le impusieron siete meses de prisión así como la obligación de indemnizar a Taboada con 91 euros por las lesiones que le había causado. La pena impuesta para el sargento fue de tres meses y un día. ¿La infracción cometida?Abuso de autoridad. El cabo decidió recurrir la sentencia al Tribunal Supremo.

Ahora, la Sala de lo Militar del Supremo le da, en parte, la razón y equipara las penas de ambos a tres meses y un día de reclusión. Y lo hace porque considera que el cabo Pastoriza, al pegar el puñetazo al sargento, lo hizo en legítima defensa. “Fue el sargento Taboada quien, tenso y nervioso, se dirigió, por propia iniciativa, a la unidad de destino del cabo Pastoriza con la intención de requerirle para que dejara tranquila a su pareja sentimental”, afirma el alto tribunal que recuerda que Taboada se quitó sus divisas de sargento y las tiró al suelo inmediatamente antes de que comenzara la pelea, un acto que considera claramente indicativo “de su propósito de enfrentarse físicamente al cabo”.

fachada-del-tribunal-supremo-de-madrid-flickr-kris-arnold[1]“No albergamos duda alguna de que fue la actuación del suboficial aludido (Taboada) la que, ciertamente, generó y dio origen al enfrentamiento”, continúa la sentencia. “De estimar que [el cabo] importunaba a la soldado Pesqueira debió ser esta la que pusiera tales hechos en conocimiento de sus mandos o de la autoridad o funcionario encargados de la persecución de los delitos”, prosigue. La actitud de Taboada acudiendo a buscar a Pastoriza fue, pues, “una grave provocación o actuación injusta” hacia su subordinado, según los magistrados, que pudo provocar que este entrara al trapo.

Ninuno de los dos militares tuvo que recibir tratamiento médico o quirúrgico a causa de la riña. Solo Taboada debió ser atendido en el hospital por la pequeña herida en la boca que le ocasionó el puñetazo, herida que estaba curada a los tres días. Esos hechos, que en cualquier juzgado penal se habrían solventado con una simple multa por un delito leve de lesiones de menor gravedad -si alguna vez se hubiera llegado a una condena- han tardado casi cuatro años en resolverse en la jurisdicción castrense. Y la setencia de la Sala de lo Militar del Supremo les dedicamás de 150 folios. Así que un incidente tan leve como el “placa-placa” de un cabo a un sargento ha generado ríos de tinta judicial.

Origen: El confidencial.com