“Puedo aportar mucho al Ejército dando charlas explicando mi caso”

“Puedo aportar mucho al Ejército dando charlas explicando mi caso”

Jenifer García López, militar retirada y miembro de la Comisión de la Mujer del CERMI

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El 18 de junio de 2011 le cambió la vida. La explosión de un artefacto que impactó en el vehículo blindado que conducía estando como militar en misión de paz en Afganistán le ocasionó la pérdida de su pierna derecha. Anhela contar su caso en cuarteles y hospitales, dando charlas de supervivencia en casos extremos y desde hace pocas semanas es miembro de la Comisión de la Mujer del CERMI.

Jenifer García López, que cumplirá 27 años el próximo 26 de marzo, es una trotamundos que nació en Talavera de la Reina (Toledo), pasó parte de su infancia en Guisando (Ávila); a los 13 años emigró, junto a su familia, a Tenerife para residir en Icod de los Vinos y desde el año pasado vive en La Victoria, también en esta isla canaria.

Aficionada al vovinam viet vo dao, un arte marcial vietnamita, durante seis años ejerció de militar y viajó dos veces a Afganistán. Pertenece a ACIME (Asociación Española de Militares y Guardias Civiles con Discapacidad) y lanza el siguiente mensaje con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo: “Si quieres, puedes”.

¿Qué ocurrió el 18 de junio de 2011?
Iba conduciendo un convoy en Afganistán y pisé un IED (Improvised Explosive Device en inglés, o artefacto explosivo improvisado) que habían puesto en el camino. Era cabo del Regimiento de Infantería Ligera Soria 9.

¿Qué sucedió después?
Me trasladaron a la base americana, me evacuaron allí y después vine a Madrid, al Hospital Gómez Ulla.

¿Era la primera vez que fuiste a Afganistán?
No. Era la segunda. La primera fue en 2009.

¿Cómo es la vida corriente de una mujer afgana, y más si tiene discapacidad?
Dudo mucho que la mujer afgana con discapacidad pueda vivir en ese país. La vida de una mujer afgana es peor que la de un burro. A los burros se les carga con heno para transportarlo, allí cargan a la mujer con un montón de heno, van dobladas y el hombre va encima del burro.

Qué apoyos has recibido desde la explosión?
Hay un grupo de apoyo que todas las semanas me está llamando y me he sentido arropada por la gente del ejército.

¿Planeas en un futuro un posible regreso a las Fuerzas Armadas?
Me hubiera gustado volver, pero no en una oficina haciendo papeleos. Puedo aportar mucho más al Ejército como voluntaria, dando charlas, yendo por los cuarteles y explicando mi caso. No lo estoy haciendo actualmente porque me cuesta muchísimo hablar sobre el tema, pero sí tengo en mente dar charlas de supervivencia en casos extremos. He hablado con un sargento que ya no está en el Ejército y se dedica a visitar cuarteles y dar charlas y cursillos.

¿Cree que los militares con discapacidad cuentan con el apoyo legal, institucional y social de los poderes públicos?
Sí. El Ayuntamiento de Icod de los Vinos me hizo un homenaje y tengo la posibilidad desde el año pasado de volver al Ejército, aunque no como antes. Lo que me daba el Ejército no era estar detrás de una silla, sino dando tiros, en la montaña… Tengo todas las posibilidades, pero no sé. El capitán que tuvo el accidente conmigo está trabajando en Fuerteventura, en el Ejército.

¿La discapacidad en las Fuerzas Armadas es un tema tabú?
Por mi experiencia, no la vi, no había gente con discapacidad en el ejército.

¿Cuándo entraste en ACIME?
Cuando estaba en el hospital.

¿Qué opinión tienes de la labor que realiza?
Para mí fue una muy buena experiencia que Andrés (Medina, presidente de ACIME) viniera personalmente. Había gente que vino a darme su apoyo, pero ayuda, muy poquita porque desconoce mucho el tema y prefiere no involucrarse. Andrés me ayudó bastante, se involucró mucho, vino varias veces a verme al hospital, habló mucho conmigo… Se portó muy bien.

¿Cuál es tu labor en la Comisión de la Mujer del CERMI?
Creo que voy a ayudar bastante con mi experiencia.

¿Qué pensaste cuando te ofrecieron entrar en la Comisión de la Mujer del CERMI?
Me entró mucha felicidad porque creo que puedo ayudar a la gente, que es lo que me gustaría, ya que no puedo realizar muchas cosas que tenía en mente. Cuando estaba haciendo rehabilitación, había una chica en silla de ruedas que no pensaba ni levantarse de la silla. Eso me dolió, estuve mucho con ella, fui con ella a la ortopedia y a los médicos y conseguí que le pusieran un bitutor en la pierna que tenía paralizada, y hoy en día está caminando con muletas. Eso es lo que me gusta, no que la gente se encierre y esté triste por una discapacidad porque eso no te limita en nada.

¿Hacia dónde crees que se encamina tu futuro personal?
En intentar ayudar a la gente que está desanimada en todos los sentidos. Tengo en mente varias cosas.

Este 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. ¿Algún mensaje para las mujeres en general, especialmente a las militares o que tienen discapacidad?
Hay una frase que me gusta mucho que es la de ‘si quieres, puedes’. Esa frase es idónea para todas las personas. Muchas veces las barreras son psicológicas y ya no sólo en una persona que esté en silla de ruedas y dice ‘no puedo salir de casa’, pero ‘sí que puedes, tienes a gente que te quiere y seguramente te puede ayudar a bajar unas escaleras o subirlas dignamente y salir de tu rutina’. Así con todo.

Fuente: CERMI