Llega el momento de exigir que las retribuciones de los militares no sean las eternas olvidadas

Tras publicarse que se equiparán los sueldos de la Guardia Civil y Policía Nacional con las distintas Policías Autonómicas…

 Madrid, 14 de noviembre 2017

    Por fin se ha publicado una noticia que todos esperábamos: que el Gobierno se ha decidido a igualar los sueldos de la Guardia Civil y Policía Nacional con las distintas Policías Autonómicas, un más que merecido incremento salarial que premia la responsabilidad y el riesgo que corren estos dos cuerpos de seguridad del Estado.  Desde la Asociación de Tropa y Marinería Española “ATME” no podemos más que alegrarnos de esta noticia, justa y merecida; pero no dejamos de preguntarnos cuándo le tocará el turno al personal de las Fuerzas Armadas.

     Los militares son los únicos servidores públicos que no cobran exceso de horas, con continuas guardias y servicios de 24 horas a los que hay que añadir maniobras, ejercicios y navegaciones que pueden superar hasta 100 días anuales de estar alejados de sus casas y familias. No es difícil encontrar en las unidades más operativas, lamentablemente, a personal de tropa y marinería que superan con creces las 3.000 horas trabajadas al año; pero todo ello agravado por el hecho de que deben costearse por sí mismos centros o personas que atiendan a sus hijos en esa ausencia.

     Desde ATME, se ha reivindicado insistentemente ante el Ministerio de Defensa estos temas. Entendemos que es, cuando menos, inmoral que al solicitar una reducción de jornada el personal militar vea retrotraída una parte de su sueldo mientras, que cuando se realiza un exceso de horas, no se perciba ninguna gratificación monetaria.

     La necesidad de adaptar las retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas a un marco en igualdad al resto de los Funcionarios Públicos es un hecho latente.

      No se puede aceptar que la operatividad de las unidades, las necesidades del servicio, el adiestramiento, etc. recaiga sobre unos militares que han sufrido en estos últimos veinte años dos congelaciones salariares, perdiendo un 20% de su ya mermado salario. Es cuanto menos chocante que servidores de la administración, con sueldos paupérrimos, se les exija la responsabilidad de combatir al fuego, conducir vehículos pesados valorados en millones de euros, manejar armas letales o, entre otras funciones, realizar labores de agentes de la autoridad tanto en territorio nacional como extranjero.

     ATME entiende que los partidos políticos, representantes de todos los españoles, deben remediar esta situación injusta, eliminando la enorme diferencia existente con las escalas básicas de otras instituciones, como Guardia Civil o Policía Nacional. Con respecto a estas últimas, según datos del año 2016, podemos ver que cualquier empleo de sus escalas básicas percibe en concepto de retribuciones fijas (sueldo base grupo C1, complemento empleo/destino y componente general complemento específico) con respecto a sus homólogos de tropa y marinería militares de carrera una diferencia a su favor de alrededor de 400 €, que se dispara a más de 500 € con respecto al personal temporal (grupo C2). A esto deberemos añadirle conceptos retributivos variables (componente singular del complemento específico y complemento de dedicación especial), percibidos en mayor monto, y otros conceptos que no se perciben en las Fuerzas Armadas como las horas trabajadas fuera de la jornada habitual.

     Desde ATME exigimos a nuestros gobernantes, de cuyos discursos extraemos que la crisis económica ha finalizado, y representantes políticos que con la máxima urgencia actualicen los sueldos del personal de las Fuerzas Armadas, tratándolos en igualdad con el resto de los funcionarios.

     Seremos vigilantes para que esa actualización corresponda con una política seria de igualdad entre funcionarios.

     No podemos olvidar que la tan publicitada equiparación salarial de la Guardia Civil y Policía Nacional con las policías autonómicas va para largo. Las últimas noticias informan que la partida estipulada para tal fin en el ejercicio 2018 va a dar lugar a una subida por agente de aproximadamente 24 €, así como la comparecencia en la Comisión de Defensa del Senado del presidente del Observatorio de la Vida Militar, D. Víctor Torre de Silva y López de Letona, donde informó de la imposibilidad de realizar un estudio comparado nacional sobre las retribuciones de las Fuerzas Armadas con respecto a las otras administraciones públicas, con las siguientes palabras:

Anticipo que el análisis comparado nacional no ha sido posible, y no ha sido posible por una clamorosa falta de transparencia de las administraciones públicas. Las administraciones públicas no han facilitado información al Observatorio de la Vida Militar sobre retribuciones de cuerpos y de personal para que pudiéramos hacer el debido estudio, y eso que se ha solicitado por escrito y de todas las maneras posibles. Pese al principio de transparencia que campea en la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a información pública y buen gobierno, pese al uso de caudales públicos que las retribuciones suponen, el observatorio no ha tenido acceso a datos retributivos agregados, porque no queremos retribuciones individuales, sino siempre datos agregados, de las administraciones públicas. Y esto es algo que el observatorio tiene que poner de manifiesto porque ha condicionado su trabajo sobre las retribuciones, algo que quizá no es deseable en un panorama de un gobierno transparente, por así decirlo.”

     ATME ha modificado su decálogo de propuestas que aporta en sus reuniones con partidos políticos, administraciones y organizaciones sociales, para integrar un nuevo punto, donde se refleje, aparte de una actualización de las retribuciones del personal militar en similitud al resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se demande la retribución económica por las horas que excedan de la jornada habitual de trabajo, la eliminación de la reducción de retribuciones del personal en la reserva al llegar a los 63 años de edad o la actualización de los trienios concedidos al del grupo de pertenencia. Asimismo, para los reservistas de especial disponibilidad, se solicita la equiparación de su “asignación de disponibilidad” al Salario Mínimo Interprofesional.

 La Escala de Tropa y Marinería sufre especialmente las bajas retribuciones en las Fuerzas Armadas, lo que unido a la falta de soluciones a la temporalidad y la falta de compromiso para poder adquirir una titulación del sistema educativo general al finalizar el periodo de formación, entre otros importantes asuntos, quizás deba dar lugar, en caso de no ser atendidos, a nuevos tipos de actuación, con objeto de garantizar la adecuada defensa de sus intereses profesionales, sociales y económicos.

Celia Verlasco Tarjuelo

Departamento de comunicación