Las Fuerzas Armadas y sus arcaicas prohibiciones

Una Reservista de Especial Disponibilidad ve vetada su entrada a la Subdelegación de Defensa de Madrid para realizar un trámite administrativo por ir en pantalón corto, mientras que el resto de civiles lo pueden hacer sin problemas. 

Madrid, 18 julio de 2019

Sorprendentemente, cuando se intenta dar una imagen de modernidad de las Fuerzas Armadas a la sociedad española, nos encontramos con actuaciones de diferentes jefes de unidades o centros militares, cuanto menos peculiares.

Esta semana, según hemos tenido conocimiento, una reservista de especial disponibilidad (RED), es decir, ya no sujeta al régimen de obligaciones del personal militar, se encontró al ir a realizar un trámite administrativo en la Subdelegación de Defensa de Madrid con la amarga sorpresa de que el vigilante de seguridad de la entrada le impedía el paso por vestir con un pantalón corto.

Después de intentar explicar que acudía de lejos para realizar la citada gestión y que encontraba incongruente esta medida, (impensable en cualquier otra administración pública), el vigilante respondió que se limitaba a cumplir órdenes, y que estaba prohibido entrar con pantalón corto o bermudas.

Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando, tras ir a comprar un pantalón largo para poder acceder a las instalaciones, se encontró en su interior con personas que también vestían de corto. Según explicaciones posteriores, el personal civil que acudía a solicitar información no estaba afectado por esta prohibición del jefe del centro, al afectar exclusivamente al personal militar y RED.

Desde ATME nos preguntamos, por un lado, cómo se puede hablar de modernización de las Fuerzas Armadas, por lo menos en sus usos y costumbres, cuando se siguen manteniendo estas normas anacrónicas y obsoletas que nada tienen que ver con el decoro o las normas de conducta. Y, por otro lado, cómo se puede tratar de manera diferente a dos civiles, cuya única diferencia es que uno tiene la condición de RED, cuando el propio Ministerio de Defensa no se ha cansado de repetir que este personal ya no es militar y por tanto no está sujeto a su régimen de obligaciones. Si no se es para unas cosas, no se es para nada, ¿no?

ATME solicitará próximamente explicaciones al Ministerio de Defensa sobre este tipo de actuaciones que, independientemente de su mayor o menor importancia, da una imagen no deseada de las Fuerzas Armadas a la sociedad.