El oficial encerrado por denunciar supuestas corruptelas y abusos en el Ejército abandona la huelga de hambre tras 22 días

El oficial encerrado por denunciar supuestas corruptelas y abusos en el Ejército abandona la huelga de hambre tras 22 días

Los médicos le aconsejaron poner fin a su protesta ante la posibilidad de contraer serias dificultades que le hubieran podido llevar a la muerte

carlos bueno | madrid@carloscolpisa

 Luis Gonzalo Segura, el teniente que fue condenado a dos meses de reclusión en un centro disciplinario militar por denunciar supuestas corruptelas y abusos en el Ejército, ha abandonado la huelga de hambre que inició el pasado 17 de julio, al conocer su sentencia. Tras haber pasado 528 horas sin comer ha tomado la decisión de poner fin a su protesta debido a las recomendaciones de los médicos, que le han advertido de que continuar con su propósito le podría ocasionar serias complicaciones como un fallo renal o de otros órganos vitales, arritmias, infecciones y hasta la muerte.

 Ahora Segura se enfrenta al proceso de realimentación, una fase también peligrosa para su salud, que podría causarle problemas cardíacos serios, incluso en última instancia mortales. A partir de este momento empezará a tomar batidos y complementos alimenticios de manera paulatina.

 Está previsto que permanezca, al menos, tres semanas más en el hospital militar Gómez Ulla de Madrid, donde se encuentra ingresado desde que comenzase la huelga.

 Los 22 días que ha permanecido sin comer le han provocado un gran cansancio general, hipotensión, descenso de la frecuencia cardíaca, debilidad muscular e hipotermia, síntomas que han deteriorado notablemente su salud. El teniente Segura ingresó el pasado 18 de julio en el centro hospitalario con un peso de 73 kilos y actualmente apenas supera los 60. Además podría haber sufrido secuelas irreversibles en alguno de sus órganos vitales, hipótesis que analizarán los médicos.

Asegura que la huelga ha terminado, pero no su lucha, “voy a seguir peleando por la modernización del Ejército”, dice Segura. Se refiere a garantizar una auditoría externa pública para las Fuerzas Armadas, al sometimiento de los tribunales militares a la jurisdicción civil y a la desmilitarización de la Guardia Civil, con el objetivo de “poder investigar de forma independiente los abusos que se dan en el Ejército”, declara.

“Mi intención no era suicidarme, he llegado hasta donde podía llegar”, afirma Segura. “Lo que pretendía era poner el foco de atención en una institución de la que no se puede hablar”, explica el teniente.

Ahora Segura se enfrenta al proceso de realimentación, una fase también peligrosa para su salud, que podría causarle problemas cardíacos serios.

Los 22 días que ha permanecido sin comer le han provocado un gran cansancio general, hipotensión, descenso de la frecuencia cardíaca, debilidad muscular e hipotermia, síntomas que han deteriorado notablemente su salud. El teniente Segura ingresó el pasado 18 de julio en el centro hospitalario Gómez Ulla de Madrid con un peso de 73 kilos y actualmente pesa 61.

Luis Gonzalo Segura fue condenado a dos meses de arresto por denunciar supuestos casos de corrupción y de abusos en el Ejército durante las presentaciones de su novela ‘Un paso al frente’. Tras conocer la sentencia, dictada por un tribunal militar, el oficial decidió iniciar una huelga de hambre, con el objetivo de que su caso fuese revisado. “He sido condenado sin garantías judiciales, voy a llegar hasta el final”, manifestaba Segura tras su detención.

 Fuente: La Verdad