La escala de tropa y marinería necesita de la colaboración de todas las fuerzas políticas para lograr una carrera militar digna

Celebración del día de la Constitución

La Constitución, base de nuestro actual sistema político, hace imprescindible contar con los responsables políticos, únicos actores que pueden modificar las leyes que nos afectan

Madrid, 6 diciembre 2017

     La Asociación de Tropa y Marinería Española “ATME” nace en enero de 2012, hace poco más de 5 años, con un doble objetivo: la defensa y promoción de los intereses profesionales, económicos y sociales de su escala a través de los cauces pertinentes (Ministerio de Defensa,  representantes políticos o diferentes tipos de organismos y organizaciones) y la defensa individualizada del socio (servicio de asesoramiento y defensa jurídica).

     Los primeros pasos de esta Asociación se centraron en organizar reuniones con los mandos de personal de los ejércitos, con el fin de dar a conocer los problemas de la tropa y marinería y sus posibles soluciones. A estos temas, una vez se tuvo el suficiente peso en número de socios, se unió la acción mediante propuestas y requerimientos al Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas.

     Una vez comprobado que estos mecanismos eran claramente insuficientes para lograr los objetivos deseados, se amplió el campo de acción a contactos con los representantes políticos de ámbito nacional, verdaderos artífices de los problemas actuales y elementos esenciales para una posible solución, a través de las leyes que se aprueban en las Cortes Generales. Circunscritos a este campo se realizaron y siguen realizando múltiples reuniones con ellos, así como comparecencias oficiales, inclusive en el Congreso de los Diputados.

     La Asociación, al cabo de un tiempo, entendió que esto tampoco colmaba sus aspiraciones, con lo cual los contactos se ampliaron a representantes autonómicos y locales, así como a organizaciones sociales y de empresarios de diversa índole. La intención era múltiple, ya que una parte importante de las posibles soluciones deberían pasar por ellos: por un lado conseguir una reincorporación laboral ventajosa para aquellos que deberían abandonar obligatoriamente las Fuerzas Armadas en un futuro próximo, a través de reserva de plazas o baremación del tiempo de servicio; por otro, darles conocimiento de los problemas existentes sobre educación, desde certificaciones a acreditaciones de competencias pasando por problemática de asistencias a clase por motivos de servicio, guarderías o problemas de acceso a bases y acuartelamientos militares.

     A todos ellos, tanto tuvieran competencia como no, se les expuso el problema de la temporalidad y las posibles soluciones, poniendo énfasis en que debían tomar conciencia de que era un problema de toda la sociedad. Se intento concienciarles en el sentido de que ellos, las fuerzas políticas autonómicas y locales, no podían escudarse en la idea de que no eran las generadoras de la situación. Debían entender que al final, este personal que debería abandonar las Fuerzas Armadas con una edad problemática para incorporarse al mercado laboral, pasaría a residir en sus comunidades y municipios, haciendo uso de los mecanismos de ayuda social que ellos mismos deberían proporcionarles.

     De un tiempo a esta parte vemos que van surgiendo movimientos continuos en las redes sociales, con la creación de múltiples páginas y perfiles, que apuestan por una ruptura con las asociaciones profesionales militares, a las que acusan de ser incapaces para resolver estos problemas y vendidas a no se sabe qué oscuros intereses, y por romper cualquier contacto con los representantes políticos. Apuestan, desde el anonimato la mayoría de las veces de sus organizadores, por acciones “duras”, como pueden ser manifestaciones o acciones agresivas en las redes. Esto último, ya se puede comprobar con las continuas descalificaciones a las asociaciones desde sus perfiles.

     Craso error estaremos cometiendo si creemos que estas actuaciones tendrán éxito, al no contar con un trabajo organizativo continuo y con contactos en las fuerzas políticas. Concentraciones multitudinarias como las del 13N hubieran caído en el olvido si detrás de ella no hubiera surgido una fuerza política, nutrida de miembros de otros partidos políticos y asociaciones, que al final se han convertido, independientemente de su posicionamiento ideológico, en una organización política más, con su misma forma de actuación.

     ATME, Asociación de Tropa y Marinería Española, defiende los intereses tanto de su escala como de sus socios, tanto en territorio nacional como en organizaciones internacionales (EUROMIL). Esto solo es posible con un trabajo serio y continuado, lejos de demagogias y de promesas falsas, y en continuo contacto con los poderes políticos, únicos que pueden cambiar la situación actual para solucionar los múltiples problemas que tenemos, tanto el personal temporal como el de carrera