Entrevista al delegado en Galicia de ATME: José Manuel soto Souto

¿Cuéntanos en qué consiste tu trabajo como delegado de ATME?

Mi trabajo y obligación como delegado consiste en prepararme y actualizarme todos los días sobre normativa que regula las FFAA para poder dar el mejor apoyo y cobertura de información a los asociados y compañeros.

Para ello la asociación cuenta ya con equipos de trabajo que se especializan en diversas temáticas y de esta manera estar siempre bien asesorados y trasladar las dudas y preguntas a asociados y compañeros. 

¿Cómo llegas a convertirte en delegado y qué supone para ti serlo?

Me supone una responsabilidad, sobre todo porque cuando acuden a ti es porque buscan soluciones y hay que estar preparado para escuchar, valorar, informar, asesorar y actuar. La última decisión siempre la tiene el asociado, nosotros sólo somos el apoyo a sus dudas y problemas.

Me convertí en delegado después de una reunión con el presidente de la asociación, Juan Carlos Tamame, a quien ya conocía anteriormente y por haber coincidido en destinos.

El hecho de conocer nuestras trayectorias profesionales tanto dentro como fuera de las Fuerzas Armadas fue un punto a favor a la hora de poder aportar y juntarnos en el proyecto que me planteó.

Me gustaba la idea de poder aportar conocimientos, y experiencia, sobre todo el estar en un equipo de trabajo donde, para muchos, es desconocida toda la ley que nos ampara. Y poder ofrecer a los compañeros la posibilidad de crecer como personas y como colectivo. 

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta la escala de Tropa y Marinería en Galicia?, ¿Cuáles son las quejas más habituales de los socios allí?

La principal y más sonora es la que tiene que ver con el abandono forzoso de los compañeros al cumplir los 45 años, algo que ya no voy a comentar porque es sobradamente conocido por el colectivo militar y desconocido para el resto de la sociedad.

Y ya más concretamente en Galicia, nos encontramos con causas puntuales que se vienen resolviendo por vías administrativas y que casi todas van relacionadas con la falta de personal o mal distribuida en la unidad, problemas con la conciliación familiar, los complementos de dedicación especial, funciones que no corresponden a su especialidad… 

¿Qué les dirías a aquellos compañer@s que aún no están asociados para que lo hagan?

Realmente uno se tiene que asociar porque tenga la necesidad de conocer, saber y estar asesorado sobre lo que le compete a él y su escala.

ATME cuenta con un equipo jurídico con un gran gabinete de abogados de apoyo que nos da, como mínimo, la tranquilidad de hacer las cosas bien, otra cosa es la justicia militar, tema que habría que tocar en otra ocasión.

La cuota para la cobertura que tiene no es alta, es una asociación sin ánimo de lucro donde nuestro tiempo dedicado no está remunerado. Es verdad que lleva más trabajo del que parece, pero lo compensa con cada llamada de un compañero que te da las gracias al darle solución a sus problemas.  

¿Cuáles son los siguientes pasos a dar por tu parte de ATME en la región para este año?

Los contactos políticos y empresariales para dar a conocer la situación de los compañeros que se van a los 45 años y poder buscar soluciones territoriales. Los compañeros están más que preparados y válidos para dar continuidad en cualquier empresa dentro de la especialidad que han desarrollado dentro de las fuerzas armadas. 

¿Cómo ves las colaboraciones que acaba de realizar ATME con AUME?

Creo que las colaboraciones por un mismo fin siempre son buenas. En este caso nos preocupan nuestros compañeros que a los 45 años deben abandonar las FAS., y lo que creo es que, habiendo más asociaciones de tropa como las hay, deberíamos unirnos todos, aunque después cada una tenga su forma de ver y defender a su socio.

La competencia no es mala, te hace tener que estar siempre intentando mejorar, buscar mejores soluciones, pero lo repito, en causas como la de nuestros compañeros, deberíamos ir todos de la mano.

Algo que siempre digo es que no hace falta ser amigos para estar juntos, hace falta ser compañeros para pelear por la misma causa, al fin y al cabo nos vemos todos los días y qué mejor que estar de acuerdo en un fin común.

Por eso me gustaría que, en algo tan serio, dejemos las críticas aparte, redes sociales, seamos constructivos y si de verdad queremos hacer algo por nuestros compañeros, nos juntemos y avancemos.

Las asociaciones no van en contra de la institución, vamos en contra del abuso de mando, de los problemas que no dejan de alguna manera evolucionar nuestras fuerzas armadas hacia un ejército realmente profesional.