Es hora de que las buenas palabras se conviertan en hechos tangibles

Artículo del presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española “ATME”

Pamplona, 30 de mayo de 2020

Dia de las Fuerzas Armadas, un día para que los hombres y mujeres que las componen muestren a la sociedad el orgullo de servir a su nación y a sus ciudadanos. “Servir”, una palabra que los militares llevamos grabada a sangre y fuego dentro de nuestra piel, una palabra que nos hace ser mejores y crecer ante la adversidad, una palabra que se hunde en las raíces más profundas de la milicia.

Servir”. Una palabra que para los militares de tropa y marinería se convierte en una daga que se hunde en nuestro corazón, al no sentir el reconocimiento del gobierno y de los grupos políticos que representan a nuestros conciudadanos.

No valen las buenas palabras, a las que ya nos estamos acostumbrando a través de la excelente labor de nuestros compañeros en la Operación Balmis, valen los hechos. Y estos, como siempre, brillan por su ausencia en lo que respecta a la Escala de Tropa y Marinería. Temporalidad, con la mayor parte de sus componentes con la espada de Damocles de los 45 años y sus reservistas de especial disponibilidad abandonados a sus suerte; retribuciones, los servidores públicos peor pagados y con una disponibilidad permanente para el servicio; promoción profesional, inexistente si no se opta por la promoción interna y con unos militares de carrera de tropa paralizados en sus expectativas; formación, la única escala que no perfecciona una titulación civil al final de su formación; y así podríamos continuar con la enumeración interminable de escollos que sufre nuestra carrera profesional.

¿Qué hace el gobierno con respecto a estos servidores públicos? poco, muy poco. Escudado en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS) bloquea las propuestas más importantes de las asociaciones profesionales para conseguir las mejoras de nuestros derechos y bloquea una necesaria reforma de la Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los militares, con objeto de conseguir una representación de estos en base a unas elecciones democráticas o la necesaria entrada de las asociaciones en las unidades.

La tropa y marinería, todos los militares en su conjunto, han estado a la altura de uno de las mayores tragedias de España, cumpliendo con su vocación de servicio.

Es tiempo de dejar de ser los eternamente olvidados de la administración.

Es tiempo de ver los reconocimientos transformados en hechos y compensaciones tangibles.

Marco Antonio Gomez Martin

Presidente de ATME